LAXEIRO

José Otero Abeledo, Laxeiro (Lalín, 1908 - Vigo, 1996) es quizás el artista gallego más influyente del siglo XX. Pertenece al grupo de los Renovadores de la Vangarda Histórica Galega que, en el primer tercio del XX, reaccionó contra el academicismo imperante en aquellos años, proponiendo una estética diferenciada para Galicia, en un contexto político muy cercano al Partido Galeguista y en un contexto estético en sintonía con las figuraciones europeas del período de entreguerras.

Después de pasar su adolescencia en La Habana (1921-1925), vivió en Madrid entre 1931 y 1933 como alumno de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, lo que le posibilitaría conocer el ambiente cultural republicano de la época en las tertulias de los cafés, además de visitar el Museo del Prado, donde estudiaría con detalle a los grandes maestros. Estas experiencias marcaron su modo de pensar y su estética.

Encuentra sus referencias en la rica tradición escultórica gallega, como el románico rural, y construye lo que se conoce como estética granítica —caracterizada por la utilización de gran cantidad de pigmento, con frecuencia aplicado con espátula, con lo que consigue unas texturas semejantes al granito—, el lado menos complaciente de la cultura popular ‒que Laxeiro conocía desde dentro— y una forma de mirar totalmente enraizada en la luz de Galicia. Es una pintura que se aleja, pues, de la luz mediterránea e instaura una estética definitivamente atlantista que mira hacia el norte de Europa como conexión natural. Rembrandt, el Goya más crítico y—tenebrista, el Picasso neoclásico y Gutiérrez Solana serán sus antecedentes más evidentes en este período.

Con estas premisas, Laxeiro va construyendo una obra singular que, en el aspecto narrativo, se instala en la pintura de pulsión y en el pensamiento mágico, característico de la cultura popular europea anterior a la Ilustración; y, en el aspecto formal, en una figuración no realista, a veces esperpéntica y a veces idealizada, de gran fuerza expresiva. Obras de la Colección de Arte Afundación como Músicos (INV: 406) y las dos Cencerradas (INV: 492) y (INV: 486), son un buen ejemplo de su visión de la cultura popular gallega, y Concerto (INV: 487) ilustra su figuración idealizada que, con frecuencia, recreaba en escenas infantiles.

En 1951 viajó a Buenos Aires, con motivo de su participación en la exposición titulada Artistas Gallegos, donde se estableció hasta 1970. En este período alcanzó su estabilidad profesional y trabajó con las mejores galerías argentinas, exponiendo con asiduidad en Buenos Aires, Madrid y Galicia. Llega a ser vicepresidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos (SAAP). Su obra ahonda en los códigos expresionistas, conformando una pintura de acción en la que el acto de pintar parece más importante que el resultado final. Esquematiza las formas, abandona el tenebrismo granítico y utiliza colores primarios y planos, con frecuencia, eliminando la perspectiva. Son buenos ejemplos de este período obras de la Colección como Señora Perditil (INV: 532) y Abstracción (INV: 2504).

En 1970, después de la gran retrospectiva que le dedicó la Art Gallery Inernational de Buenos Aires, regresó definitivamente a España. Se sucederán numerosas exposiciones y actos de reconocimiento, como la Primera Medalla de la Bienal de Pontevedra en 1973, la Medalla Hojas de Roble del Concello de Lalín en 1986, el Pedrón de Ouro del Padroado Rosalía de Castro en 1988, la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia en 1989, la Medalla de Ouro del Concello de Vigo en 1990 y las Medallas Curros Enríquez y Unión Fenosa en 1991.

En estos años realizó varias exposiciones importantes como la antológica en la VIII Bienal Nacional de Arte de Pontevedra, la exposición «Laxeiro en Arxentina (1952-1970)» en el Kiosko Alfonso de A Coruña, o la antológica «Érase unha vez Laxeiro», organizada por el Grupo Atlántica en 1981, año en que el artista dona la Colección Laxeiro a la ciudad de Vigo, que hoy se puede ver en la Fundación que lleva su nombre.

En 1989 proyecta las vidrieras del Parlamento de Galicia, y el Auditorio de Galicia en Compostela se inaugura con una exposición suya. En 1991 proyecta las vidrieras para la sede de la Universidade de Vigo. En 1996 se le dedica una gran retrospectiva en el Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago de Compostela y en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid. Ese mismo año fallece en Vigo.

Javier Pérez Buján